Silver Economy pública en Latinoamérica: una urgencia inaplazable
Hace años que vengo trabajando el mercado de la Economía Plateada o Silver Economy en España y, recientemente, estoy abordando proyectos en Latinoamérica sobre dicho concepto.
Me atrevo a afirmar, sin margen de error (los números cantan), que la Silver Economy será uno de los vectores de crecimiento económico en el área de América Latina-Caribe, que en este artículo voy a tratar como un todo.
Latinoamérica no será eternamente joven. Hay una creencia (falsa) según la cual América Latina y el Caribe tienen una población joven (solía ser un argumento de captación de inversiones globales tener población joven y crecientemente mejor preparada) y la vejez sería anecdótica. Lo cierto es que se está produciendo un envejecimiento rápido y tremendo, a pasos de gigante; es la región del mundo que más rápidamente envejece y lo que a Europa le tomó 65 años y América del Norte 75, a Latinoamérica le va a llevar tan solo 35 años.
Los países de América Latina se encuentran en plena transición demográfica hacia una población más envejecida, lo cual es bueno, porque la gente vive más y mejor (aunque las instituciones no están diseñadas ni adaptadas para este contexto demográfico). La disminución de la tasa de fecundidad (de 5,9, en 1960, a 2 hoy), la mayor esperanza de vida, las migraciones, la urbanización y concentración de vida en la ciudad y la mejora de los sistemas de protección social están teniendo un impacto evidente.
Veamos, los datos son claros:
- Las personas mayores de 60 años representan de promedio solo el 13% de la población (76 millones de personas mayores de 60 años).
- En 2030 serán el 17%.
- Hasta 2040 crecerá el número de mayores de 60 hasta en 90 millones de personas, y el grupo de menores de veinte años se recortará en casi treinta millones de personas. En 2047, por primera vez, la población de mayores de sesenta años superará a los menores de quince años a nivel mundial, también en América Latina y Caribe.
- En 2050 se estima que el 27,5% (200 millones de adultos mayores) tendrá más de 60 años (en España, por esa fecha será el 40%). Y en 40 años más, en 2090, ya será la región con la población más envejecida del planeta Tierra.
- Si la media de edad era de 27 años en 1960, hoy es de 42 años , en todo el área de análisis.
- Uruguay, Chile, Brasil, Argentina, Colombia y Argentina tienen una tasa de envejecimiento superior al 10%.
En menos de treinta años, pues, se duplicará en América Latina el número de mayores y hasta 2040 el número de personas mayores crecerá a un ritmo del 3,4% anual. Habrá menos personas para trabajar como resultado de la esperanza de vida creciente (rozamos los 77 años en América Latina, incluso con el impacto del Covid y se prevé llegar a los 82 años en 2050) y una caída de la tasa de fecundidad.
En este contexto, es una urgencia inaplazable que todo el área geográfica de América Latina y Caribe se tome en serio el envejecimiento demográfico y la economía plateada, porque:
- El gasto social va a aumentar debido al peso relativo de los adultos mayores, y aunque los sistemas de pensiones son deficientes, será necesario dedicar más recursos. Aumentará la presión fiscal para que los gobiernos puedan brindar servicios medianamente adecuados.
- De forma general, es necesario:
- Generar incentivos que extiendan la edad efectiva del retiro del mercado laboral e incrementar la participación de la mujer, para poder restar presión financiera al sistema de pensiones, pero también para incrementar el taño de la fuerza laboral y favorecer favorablemente el bono demográfico.
- Promover hábitos saludables que sigan mejorando la calidad de vida y reduzcan la morbilidad para aliviar la presión sobre los sistemas sanitarios.
- Fortalecer el sistema financiero y la estabilidad macroeconómica.
- Continuar reforzando los sistemas de educación y formación continua, entendiendo que el ciclo formativo de un apersona es un un ciclo sin fin. Es necesario potenciar, en genérico, los sistemas educativos, pero también, y en específico, propiciar la adaptación de dichos sistemas al envejecimiento poblacional, preparando a muchas personas para emprender en el mundo de la Silver Economy y propiciando el desarrollo de potentes sistemas de cuidados profesionalizados.
- Aprovechar el bono demográfico, ahorrando e invirtiendo más y de ese modo aumentar la productividad global de la economía contribuyendo al crecimiento económico. Los países necesitan enriquecerse antes de volverse viejos vía la población en edad de trabajar y con capacidad de ahorrar en sus niveles máximos. Hay que aumentar la productividad contra reloj, pues no hay tiempo para realizar los ajustes necesarios para poder enfrentar a las demandas de la población envejecida y promover una sociedad más equitativa e inclusiva. Se puede ver como una oportunidad, como un reto o como un enorme problema; sea como fuere, es urgente abordarlo.
- Avanzar (entre 2005 y 2021 la informalidad se ha reducido en un 10%, pero siguen trabajando informalmente más del 60% de los ocupados) en la formalización empresarial y formalización laboral, porque se necesita que haya muchas personas contribuyendo a los regímenes de protección social que garanticen en el futuro el bienestar y las oportunidades de inclusión y de vida plena de los mayores adultos. La informalidad erosiona la base contributiva de los sistemas de protección social con relación al número de beneficiarios y comprometen la financiación de los sistemas e incrementan la presión sobre las arcas públicas; una elevada proporción de los hoy ocupados no estarán cubiertos por los esquemas de salud contributivos y corremos el riesgo de no alcanzar el número de aportes necesarios para acceder a las pensiones contributivas cuando se retiren
- Aumentar la formalidad, aumentar la recaudación impositiva, ampliar la cobertura de pensiones y salud e ir introduciendo reformas paramétricas en aquellos regímenes de pensiones contributivas que estén desequilibrados en términos actuariales.
- Combatir la pobreza: cerca de la mitad de los adultos mayores, hoy, viven en situación de pobreza. El sistema de pensiones es clave (algunos países, como Bolivia, tiene un sistema universal de pensiones, aunque el 80% estaría por debajo del umbral de la pobreza).
- Hay que ir adaptando las estructuras al cambio tecnológico, la digitalización y la automatización:
- Hay que ir generando estructuras modernas.
- Hay que ir desarrollando empresas tecnológicas para la Silver Economy: cuidados, salud, pensiones necesitan mucha y buena tecnología.
- Los países van a tener una menor cantidad de fuerza de trabajo, el único recurso para seguir creciendo es el aumento de la productividad vía la tecnología.
- Son urgentes reformas públicas para adaptar sistemas de cuidados, de salud y de pensiones. La transición no es homogénea para todos los países. En promedio, el gasto social está en el 13% del PIB y habrá de llegar al 25% en 2050 para cubrir los gastos de una población envejecida. En varios países el 20% de mayores de 80 sigue trabajando para ganarse la vida.
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Hay que:
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Propiciar la colaboración en la economía, formal o informal, a través de “pequeños encargos”, con esfuerzo físico medido para los adultos mayores.Propiciar el envejecimiento activo y los hábitos saludables mediante marketing social.
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Propiciar entornos de mentorización y formación en espacios físicos, en forma de centros de atención gerontológica de cuidados básicos y sobre todo de compartición de pautas.
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Propiciar entornos asociativos de adultos mayores para colaborar, compartir, incluso convivir en ambientes de ayuda mutua.
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Propiciar entornos intergeneracionales de sociología de la diversidad, favoreciendo flujos económicos informales basados en la ayuda mutua y solidaria.
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Propiciar ecosistemas de emprendimiento que favorezcan la formación de sistemas de cuidado comunitario para la vejez:
- Mediante la fiscalidad.
- Mediante la generación de un sistema de favorecimiento de una estructura de capital riesgo.
- Mediante la colaboración público-privada en sistemas de canalización de la inversión en innovación, investigación, desarrollo, tecnología y sistemas de cuidados, al estilo de la “Yozma” israelí de los años 80 y adaptada la metodología resultante, “tropicalizada” y customizada para el estilo de vida colombiano.
- Favoreciendo un ecosistema de Silver Economy mediante hubs privados (impulsados fiscalmente por lo público y con subvenciones) para generar entornos en los que florecen startups.
- Especialmente de silver to silver, empresas de mayores para mayores.
- Empresas de tipo cooperativo que den solución a la problemática de buscar empleo por cuenta ajena, con condiciones ventajosas cuándo se den las circunstancias de crear empleo, favorecer lo intergeneracional e ir anticipando los retos derivados de la longevidad.
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- La Silver es fuertemente femenina, por la mayor esperanza de vida de las mujeres y por su peso mayor en los cuidados. Así:
- Las empresas de cuidados, de gestión de la dependencia, de ayuda en el envejecimiento activo son el destino natural (con riesgo de afianzar cultura machista que asocia la idea de cuidados con género femenino) de estas mujeres, acostumbradas al cuidado de la familia.
- De nuevo, el fomento de la creación de cooperativas de mujeres mayores para (en modo silver to silver) favorecer:
- La gestión de la cronicidad.
- La atención de la soledad.
- Las atenciones y cuidados ambulatorios de todo tipo, no médico, de los adultos mayores.
- La creación de empresas de “enfermería, cuidado y atenciones relativamente medicalizadas” de los adultos mayores.
- La coordinación con las áreas de atención social de las administraciones públicas.
En suma, es necesario, tomar conciencia de la relevancia que tiene para la economía pública de Lationamérica-Caribe la consideración de los adultos mayores como eje protagonista y destinatario de sus políticas, si se quieren evitar graves problemas.