¿Existe realmente una tasa rosa?
Hace unos días leía un artículo en El Mundo sobre la “tasa rosa”, y en mi opinión, los que defiende la existencia de esta caen en un discurso fácil y políticamente correcto, por las siguientes razones:
1. En términos puramente teóricos, se deduce que hay un cartel por el que todos los fabricantes se compinches para fabricar y vender productos más caros para mujeres.
La realidad es que, cualquier fabricante, y cualquier distribuidor, podría hacer marketing y pricing de bajar sus precios, de comunicar sus precios, etc., específicamente a las mujeres, compitiendo libremente con productos feminizados y tan baratos o caros como desee, con el fin de ganar cuota.
2. Hay tasa rosa. Si. La que fija el mercado. Se pone un precio por unas cuchillas de afeitar para chicas, que han considerado el precio de otras alternativas existentes en el mercado y etc. Y se fija el precio óptimo en función de lo que el target está dispuesto a pagar para que fabricante y distribuidor tengan beneficio.
3. Hay tasa azul. Si. Hay tasa azul. Sólo hay que dar una vuelta por las tiendas de ropa y podremos comprobar como:
a) comprar un abrigo es mucho más caro para un varón,
b) comprar ropa interior, ¡de la misma marca que la de chica!, ¡en el más grande fabricante y distribuidor español!
La sensibilidad al precio, la competencia, el posicionamiento de las marcas, la percepción de personalización (“producto para chicas”, “cuchilla para chicas, y similares”) son las que generan el precio.
No hay complots. No hay machismo, ni feminismo. No demos tantas vueltas al gato para buscarle las tres patitas.
Es el mercado, en realidad, el que fija las tasas azules y rosas. Bien están las campañas y campañitas de tocar el IVA y hacer branding con estos temas sensibles, pero la realidad es que no machismo, ni lo contrario: hay comportamiento del consumidor.
Lamento defraudar, si lo hago, y espero conservar las amistades femeninas, que serán solidarias conmigo, cuando pague más cara mi ropa interior y exterior (en términos generales) que ellas la suya.